Ya para el 2001 era yo un periodista desocupado. Había logrado trabar la puerta de entrada al periodismo gráfico apenas con el pie e ingresar a La Maga hasta que Lalín la compró, realizó una faraónica presentación y fiesta en Ave Porco, y en 1 año la quebró y cerró. (No olvidaré nunca aquel pomposo saco estilo Armani, en esa noche de exageraciones vanidosas típicas de los 90, abierto a quien quisiera mirar para ver una colorida remera cuyo estampado deslumbraba por una afectada impresión de los 4 fantásticos de Liverpool) Tampoco olvidaré que gracias a Vicente Zito Lema escribí por un tiempo sobre lo que quise: León Ferrari y las relaciones entre Arte, Religión y Dictadura-Poder; una extensa y maravillosa entrevista a José Pablo Feinmann (Buenos Aires: La Gran manzana del Río de La Plata, la titulé) que abarcaba desde 1810 hasta el Gobierno de la Alianza; otra entrevista al entonces progre Gabriel Levinas (el que le robó el cuadro "Civilización Occidental y Cristiana" al querido León) sobre la investigación encargada que realizó sobre la voladura de la AMIA; entrevisté también a Rodolfo Yanzon y Marta Fernández (quienes me ayudaron y mucho) sobre el caso Tablada (no había muchos periodistas tratando el tema en ese entonces, era un tema complicado, tabú, que "debía" olvidarse) y los horribles asesinatos cometidos en el cuartel luego que los miembros del MTP se hubieran rendido y fueran vistos por TV vivos y caminando, apuntados por milicos armados hasta los dientes; cubrí la magnífica labor de los Talleres Protegidos del Borda ( y comprobé que hay que ser merecedor de una locura, eh?), y por un tiempo me dediqué a recabarlas voces de la calle, del pueblo - una palabra impronunciable en esos años - sobre diversos temas. Otras tantas notas y temas, que ahora no recuerdo, fueron el resultado de un hermoso ejercicio del oficio. También conservo una deuda impaga de varios miles de pesos que nunca cobré porque la UTPBA consideró que no era un empleado con la antigüedad suficiente para representarme.

Pero para retomar la idea, sí recuerdo que en el 2000-2001 era un periodista desocupado y que si no me hubiera inventado el proyecto de LA TECL@ EÑE REVISTA DE CULTURA Y POLÍTICA, quizás hoy lo seguiría siendo. De hecho la revista se iba a llamar "Periodistas Desocupados.com" (se iniciaba la era de las "punto.com") y mis queridos Tony Borré y Marcelo Luna, desaconsejaron el nombre. Tenían razón. Así nació La Tecl@ Eñe que cumplirá 12 años en el 2014. 
Y todo este texto tiene su origen en la frase que le escuché decir, días atrás, aRicardo Ragendorfer: "El único periodista independiente es el periodista desocupado". En algún sentido sigo siendo eso: Un periodista independiente desocupado, si nos ceñimos a los estrictos parámetros del periodista contratado por un medio masivo (o de gran llegada al público) de comunicación. Pero al mismo tiempo, esa condición me da una inmensa libertad para decir y escribir lo que pienso sobre el recorte posible que uno hace de la realidad. No digo que no haya periodistas que no lo hagan, de ningún modo. Los hay, los conozco, los trato. Pero para que el periodismo sea un oficio en el que exista libertad e independencia con relación a los criterios de los empresarios dueños de medios, bueno, hace falta algo más que una Ley de Medios. Y si de medios públicos se trata, bien, allí también falta algo para que los medios públicos sean PÚBLICOS. (Saludos y hasta la próxima entrada que dependerá del tiempo que dure la energía eléctrica) 

 

29 de diciembre de 2013.-

 

 

*Periodista. Dtor. De la Revista La Tecl@ Eñe http://lateclaene.wix.com/la-tecla-ene