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A todos aquellos que deseen reproducir las notas de El Barullo: No nos oponemos, creemos en la comunicación horizontal; sólo pedimos que citen la fuente. Gracias y saludos. 

Conrado Yasenza - Editor/Director La Tecl@ Eñe

No alcanza

Por Conrado Yasenza*

 

 

Es inadmisible, es inhumano. No puede someterse a un pueblo a este padecimiento, que es reiteración de otros sufridos en años anteriores. No caben las excusas, las explicaciones técnicas de distribución y generación. No es tolerable el abandono de funcionarios municipales, provinciales y nacionales.  Esta es la evidencia, y lo digo con pesar, de un modelo que manifiesta sus fisuras, sus diagnósticos erróneos; que evidencia una sucesión 

de negaciones conjuradas con argumentos de ánimos destituyentes y operativos desánimo. No alcanza la buena onda ni las buenas notis. Las ciudades y sus pueblos sufren hoy  la fiesta del consumo incentivado al amparo de subsidios a las privatizadas a las que se les siguió brindando beneficios y amparos. No pueden los medios que comulgan con la línea política gubernamental, publicar notas sobre el operativo que la Nación desarrolla, para esta situación de crisis, con las fuerzas federales a 10 días de padecimientos y, sí, muertes. Ahora mismo los barrios, las ciudades, revelan escenas de una película temida: Semáforos que no funcionan, manzanas sin luz, gente con un gesto de angustia desencajada en sus rostros, laburantes sufriendo el calor y las inclemencias de un transporte de horrorosa calidad para llegar a sus hogares y entrar de lleno en la prolongación del sufrimiento. La  piel hierve y el agua no alcanza. El calor se abraza a los pechos y los hace doler, los oprime. No hay excusas, son 10 años, es la década ganada.  Y la gente tiene bronca. ¿Y qué esperan, que esté de fiesta? No nos merecíamos esto, este clima de angustia, de desamparo, de desidia. Nada que festejar en estos días, lo repito, en estos días (Ya hemos festejado lo que debía festejarse en su momento; ahora el pueblo, sobre todo los más necesitados, sufren demasiado). Mucho por lo que seguir apoyando al Gobierno Nacional, con sentido y espíritu crítico, que no es otra cosa que decir lo que hay que decir sin temor a las acusaciones de funcionalidad a los “poderes fácticos” y comunicacionales. Porque, adoptar posiciones defensivas con ese nivel de consignismo y cerrazón de miras, ha demostrado que el camino se ciñe sólo para los revelados en la luz Nacional y Popular.

 

No alcanza el no invirtieron. La pregunta es por qué no invirtieron, quién lo permitió, quien no lo controló. No alcanza, compañeros. Qué de las indefendibles ausencias del titular del ENRE y el Secretario de Energía. ¿Todo se reduce a De Vido o Berni? Si el año pasado el Ministerio en cuestión sabía que las privatizadas de la energía no invirtieron, ¿es razonable pensar en la continuación de subsidios sin control a EDESUR y a EDENOR?; sin control sobre inversiones y mantenimiento o planes de contingencia, o con uno muy laxo. Para no hablar del fideicomiso que el Gobierno creó, cobrándonos algo así como diez pesos más, para depositar, eso sí, pidiendo un plan de inversiones, en sendas cuentas identificables de ambas empresas de suministro de luz. ¿Y qué fue lo que pasó? Cero control y cero plan de inversiones, además de que el dinero sigue en la cuenta del fideicomiso y subejecutado. ¿Será aquello de que la experiencia es un peine que te da la vida cuando te quedas pelado?

No alcanza con la figura de un todoterreno Secretario de Seguridad que sobreactúa con estilo militar sea cual fuera la situación, y que parece cumplir el rol de Ministro velado que actúa con precisión ante el hecho ya consumado desde lujosos centros donde se montan comités de crisis. Aunque hay que decirlo, a Berni le place poner el cuerpo. A veces sin saber bien para qué, y si es efectivo o no, pero ponerlo al fin.

 

No alcanza compañeros con la ofensiva explicación de que en los países desarrollados hay cortes de energía. Allí existen otros motivos climáticos bien concretos y específicos. Esto es como un juego de niños en discusión infantil: “Mi tío es policía y tiene bigotes, y échele la culpa al que tenga a mano”. Sólo que la gravedad del caso no da para juegos de niños. Y hay juegos que son peligrosos, se sabe. Conozco el balbuceo, puedo ofrecerlo; puedo entender que en ese espacio de construcciones lingüísticas indeterminadas, en esas vacilaciones, en esas cosas que no se expresan, que no se dicen, hay una retorno de la omisión, y que tal vez funcione mejor que la pregunta hecha sin ambages. Pero hoy no tengo ganas de hacerlo porque no alcanza, compañeros.

No alcanza con la consigna y los dos dedos en V. Hay bronca pero hay reflexión. Y la reflexión debe hacerse porque no es suficiente ni enriquecedor, el argumento que indica que toda crítica es funcional a la oposición, a Clarín o a La nación. No alcanza con tener un coro de aduladores que intentan tapar el cielo con las manos. Hay que hacerse las preguntas necesarias, aunque molesten, aunque duelan, aunque incomoden, aunque enojen. Esa es la manera en que se aprende y se intenta rectificar el rumbo en la mejor dirección, que no es la deseada por los ortodoxos liberales, ni por los pelafustanes de feria, ni por los “iconoclastas de peluche”. Las preguntas nos interpelan y puede que nos torne algo más creativos y dinámicos. No alcanza compañeros con estimular el trabajo y el consumo interno que se traduce en mayor bienestar y deseos de, a través del trabajo, vivir mejor, adquirir algunos bienes eléctricos cuya venta está incentivada desde las páginas de los diarios y los comunicados oficiales que nos informan del crecimiento en la producción de esos bienes, si luego se nos va a castigar por haber consumido, por haber osado – o al menos haber intentado - vivir mejor, si por vivir mejor se entiende el vivir bajo los parámetros de consumo y consumismo que el capitalismo promueve. Si uno se detiene un poquito en aquello del círculo virtuoso ante la situación actual, el razonamiento es, claro, circular y con una dosis de contradictorio pragmatismo. ¿O acaso creímos que un modelo de industrialización puede basarse en la producción – ensamble de autopartes – de automóviles?

 

No alcanza compañeros. La radio informa, da el dato preciso, cruel, de las temperaturas ascendentes de este averno en que se convirtió nuestra tierra. No alcanza compañeros: Un parche por aquí, otro por allá, una hora de luz, ocho en oscuridad. Cuadrillas, custodiadas por gendarmes, que nos indican el parche: "Te lo conecto en directo y vemos que pasa, hasta que aguante. Porque para hacer el arreglo que hay que hacer, van a estar dos meses sin luz" Un parche hasta que todo vuele. No alcanza compañeros. Si el problema es el consumo de aires, no los fabriquemos más, plantemos muchos más árboles, oxigenemos el clima, construyamos viviendas que se adapten a las nuevas condiciones, acostumbremos el cuerpo, el paso, el trabajo, al nuevo clima. De lo contrario, exijamos lo que ya es un derecho esencial, básico y humano: Luz y Agua.

 

Éste Estado ha dado muestras concretas de que se puede gestionar para el pueblo y en beneficio de él. Por ello las preguntas que nos acerquen al aprendizaje. Por eso su necesaria formulación. No podemos reducir un problema estructural a planes de debilitamiento del Gobierno Nacional. Aunque las hienas abunden y entre la carroña persigan ese anhelo de ver cristalizada la ya varias veces formulada “teoría” del fin de ciclo.

 

*Periodista- Dtor de La Tecl@ Eñe, Revista de Cultura y Política http://lateclaene.wix.com/la-tecla-ene

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