La banalización del periodismo ya ha superado el límite de la simulación y atrás queda la pretensión de un campo objetivo propio que se desvanece tan pronto como la permanencia de una noticia al ser superada por la construcción de otra. Sergio Massa, el joven intendente de Tigre, el que ha transformado el diseño urbano del municipio con la mirada puesta en Miami, formó su Frente Renovador y finalmente habló durante un acto realizado en su territorio, tratando de imitar a Nestor Kirchner - y fracasando, claro - con una estudiada gesticulación de sus manos seguramente aportada por asesores de imagen, para proclamar su hasta ahora voceado desde operadores axiales, discurso de ecuanimidad y equidistancia.

 

Bien. Leo por estos días, en la web del diario La Nación, una nota del 3 de Julio pasado, "Un nuevo dolor de cabeza para los porteños". Ya para esa fecha el panorama político se había definido: Massa se transformó en el hombre político que los medios buscaban para batallar fuerte contra el Gobierno Nacional y no encontraban. Intentaron propulsar a Macri pero Mauricio nunca dejó de cometer una torpeza (junto a actos criminales) tras otra y por ello nunca pudo despegar más allá de la vecindad de la CABA.

 

Pero Massa (+a) irrumpió y Mauricio comenzó a probar el amargo sabor de la estricnina comunicacional. La nota citada, en su primeros dos párrafos, es lapidaria (tras un largo y sostenido silencio protector desde la tribuna de doctrina). "Lejos de contribuir a mejorar el problema irresuelto del tránsito en la ciudad de Buenos Aires y bajo la ficción del aporte a una "ciudad verde" que sólo existe en el marketing, el Metrobus llegó para sumar nuevos dolores de cabeza a los porteños..."
"No es un sistema de transporte integral, no conecta con ningún otro medio de circulación, ni usa boleto único, no es ecológico, contamina igual que cualquiera, y no crea nuevas ofertas en lugares de pasajeros: son los mismos transportes que existen desde hace años sin ningún tipo de innovación."

 

Allí lo dicho tantas veces por Néstor Kirchner y Cristina Fernández y por ello también la urgente necesidad de la aplicación total de la Ley de Medios.