top of page
  • Wix Facebook page
  • YouTube Classic
  • Wix Twitter page

A todos aquellos que deseen reproducir las notas de El Barullo: No nos oponemos, creemos en la comunicación horizontal; sólo pedimos que citen la fuente. Gracias y saludos. 

Conrado Yasenza - Editor/Director La Tecl@ Eñe

Enrique "Jarito" Walker

Las partes son algo más que partes

 

Por Conrado Yasenza*

 

 

Segundo movimiento. El proceso de producción. El hombre, Enrique Walker, conjugándose con los acontecimientos de su época. Walker, permeable a los fulgores, a los hechos políticos y sociales de su tiempo. El periodista en transformación, desplazándose: viaja a Costa Rica y a Vietnam. 


En la selva de Costa Rica cubre, durante dos meses, la búsqueda del avión TC-48 de la Fuerza Aérea Argentina.
Vietnam, en este segundo movimiento, el del proceso de producción, será significativo. Walker parte rumbo a Vietnam tras los pasos de un colega del diario La Nación. La búsqueda es la línea de fuerza que atraviesa el cuerpo y el alma de Enrique "Jarito" Walker. El periodista desaparecido en Vietnam se apellida Ezcurra, y mientras Walker rastrea datos va registrando emociones y pensamientos. 

 

Cita de un fragmento de Decíamos ayer, de Eduardo Blaustein:

" Según testimonio de quienes lo conocieron, algunos de los viajes que realizó por Latinoamérica lo conmovieron hondamente y de acuerdo con el relato de su madre la experiencia que de verdad lo transformó la sufrió en Vietnam, a donde partió tras los pasos de su colega de La Nación, Ignacio Ezcurra, quien había desaparecido en el escenario de la guerra sin dejar rastro...".

Analogías : Rodolfo Walsh y Operación Masacre / Jorge Ricardo Masetti y su viaje a Cuba, tras un reportaje a Fidel Castro / Enrique Walker y sus crónicas sobre la guerra de Vietnam. El productor relacionándose, externa e internamente, con la producción. Adentro y afuera. El sujeto que moviliza la investigación, y la producción que conmueve y transforma al sujeto.
Historizar : encuadre cultural/político/social:

"Para quienes no conocieron la época, en los años '60 y '70 los fervores culturales y políticos tuvieron su correlato no sólo en el florecimiento de una riquísima industria editorial sino en el amplio desarrollo de una prensa social y militante "de amplio espectro". Una, sólo una, de las publicaciones paradigmáticas fue la que representa a la distancia el fulgor montonero: El Descamisado, reaparecida tras una clausura como La Causa Peronista. La antigua permeabilidad social argentina y lo profundo de los sacudones políticos, culturales y estéticos de entonces acaso pueda simbolizarse - con lo que tiene de deshumanizante congelar a alguien en el tiempo - en la figura de uno de los redactores de aquella revista: Enrique Walker..." Eduardo Blaustein.

Tercer Movimiento. Tomemos prestado un pensamiento de David Viñas - no textualmente -: el panfleto de denuncia vulgar no hiere ni molesta al poder como lo hace una producción literaria/informativa/política/cultural que descifre los códigos discursivos hegemónicos del poder. Es decir, no siempre el texto explícito de denuncia es referencia segura de efectividad. El ejercicio y la crítica lastima, y mucho, desde una perspectiva ligada al vínculo agudo de estos tres movimientos: productor/ proceso de producción/ producto. Puede uno arriesgar que Enrique Walker tuvo presente lo necesario de esta suerte de teorema. Valga, entonces, este intento de historicidad.

Coda. Enrique Walker trabajó también en la Editorial Abril para la revista Semana Crítica y luego en la revista Extra. Integró el plantel periodístico de Canal 11 de Buenos Aires y trabajó en los programas de radio Belgrano La Gallina Verde y Generación Espontánea.


Enrique "Jarito" Walker fue secuestrado el 17 de Julio de 1976, a las 19,30 horas, mientras se encontraba en el cine Moreno de la localidad de Caballito.
El operativo montado para su secuestro fue registrado por los diarios La Nación y La Opinión.

 

"Diario La Nación, 18 de julio de 1976."
"Un hecho registrado ayer, por la tarde, en un cine del barrio de Caballito, causó alarma a los numerosos espectadores que se encontraban en su interior, y sorprendió a los transeúntes de la zona. A las 19,30 horas se detuvieron ante el cine Moreno, ubicado en Rivadavia al 5050, dos vehículos, una furgoneta Ford de color blanco, chapa D-171622, y un automóvil Ford Falcon metalizado, de los que descendieron varios hombres que se dirigieron al boletero de la sala, y luego de identificarse como policías, le indicaron que hiciese encender las luces del local, donde en ese momento se proyectaba una película.
Una vez conseguido ese objetivo, los hombres se dedicaron a buscar una persona entre los espectadores, la que muy pronto fue identificada. El hombre buscado intento fugarse, pero fue reducido por sus perseguidores, quienes con arma de fuego lo obligaron a ascender a la furgoneta. Posteriormente, quienes habían intervenido en el procedimiento, subieron a los vehículos y abandonaron el lugar. El suceso fue denunciado en la Comisaría 12.".

"Diario La Opinión, 20 de julio de 1976."

 

"El diario Buenos Aires Herald identificó ayer como Enrique Walker a una persona secuestrada espectacularmente en la noche del sábado último, en una sala cinematográfica de Caballito por un grupo armado que obligó a los empleados del establecimiento a interrumpir la función y a encender las luces para llevar a cabo el operativo."

Al término del capítulo de Enrique Walker, en el libro Periodistas desaparecidos, se deja constancia que quienes recabaron los datos sobre Walker no llegaron a conocerlo personalmente; no contaron con la oportunidad de conocer al "hombre Walker", a cada uno de los puntos de la historia, de su propia historia de vida". Pero sí pudieron, gracias a la colaboración de su madre, Edith de Walker, intentar reconstruir un gesto, una semblanza que nos acerque, aunque más no sea en una dimensión estrecha, a esa historia, a unos pocos gestos y palabras de ese hombre.

 

" Después de Vietnam soy otra persona - decía él -, antes vivía y pensaba como un pequeño burgués, la visión de la guerra ha cambiado mi vida.".

 

Finalmente se agregan, en el mismo capítulo, dos últimos datos: uno, que desde que Walker fue secuestrado y desaparecido, su hijo vive en otro país junto a su madre; y dos, que como cuenta su esposa " nada queda de sus últimas producciones". 


Queda, por último, la posibilidad abierta para quien quiera aceptar el desafío, de ampliar la investigación que tienda a unir los fragmentos de historia que conforman la vida de Enrique Walker.

 

 


*Periodista- Dtor de La Tecl@ Eñe, Revista de Cultura y Política http://lateclaene.wix.com/la-tecla-ene

 

BIBLIOGRAFIA.

Blautein, Eduardo y Zubieta Martín, Decíamos ayer, la prensa argentina bajo el Proceso, Buenos Aires, Colihue, 1998.

Camaño Juan Carlos y Bayer Osvaldo, Periodistas desaparecidos, Buenos Aires, Norma, 1998.

Viñas David, Primer Seminario de Análisis Crítico de la realidad argentina, 1984-1999, clase cuatro, Librería de las Madres Café Literario Osvaldo Bayer, Buenos Aires, 1999.

 

 

 

 

 

Saigón, la contradictoria.

Enrique "Jarito" Walker.

...Escenografía: edificación sin personalidad. La casa media es monótona, sin estilo, mediocre. Típica construcción francesa, pero sin encanto. Si uno baja la vista, se olvida de la arquitectura: barricadas, bolsas de arena, alambres de púa, soldados, ametralladoras, morteros y granadas... La guerra.

Ya le estamos tomando sabor a la cosa. Vamos a meternos un poco más. Saigón hoy es una ciudad que desborda habitantes. Todos los refugiados, que se calculan en unos 300 mil, buscan la dirección del centro de la ciudad. Pagodas, escuelas, iglesias católicas, todo sirve para albergar a estos desterrados.. Las calles están sofocadas de tránsito. A mediodía es imposible transitar... Peor que el peor momento de Nueva York. Los, medios de locomoción son las bicicletas, motonetas, rick-shaws modernos con tracción a motor, y los insoportables taxis: todos Renault, todos del mismo año... 1950 más o menos... Usted se debe de acordar de ellos, los chiquitos, creo que fueron los primeros coches pequeños que se hicieron. Bueno, todos los taxis son así. Y cuando llueve y se inunda Saigón... (sí, Saigón se inunda siempre que llueve, los desagües son malísimos y el chiste de algunos americanos es decir que los cuerpos de los vietcongs han taponado las cañerías), todos estos Renault se quedan con el distribuidor mojado taponando las calles y nadie puede avanzar. Y para completar el panorama de la calle falta indicar las permanentes patrullas de los policías militares, los ininterrumpidos "maullidos" de las ambulancias que se dirigen al continuo tiroteo entre aliados y vietcongs en algún lugar de la ciudad. Y los camiones llevando soldados silenciosos y armados hasta los tobillos para algún otro punto peligroso.

El centro de la ciudad es fácilmente identificable. Una plaza con el monumento de soldados en actitud de lucha es el homenaje de Saigón al soldado desconocido. Frente, el Congreso, y a los costados, el tradicional y muy indofrancés Continental Palace Hotel y el moderno y casi grotesco Caravelle Hotel. Del otro lado de la plaza, el Centro Vietnamés de Prensa, y en diagonal, el Juspao ( Joint U: S: Public Affairs Office), donde se "cocina" toda la información de los acontecimientos para el periodismo. Si alguien alguna vez dijo que esta guerra estaba hecha pensando en los cierres de los diarios, bueno, estoy de acuerdo. (...)

Desde el Continental al río hay cinco cuadras. En cada una de esas cuadras habrá más o menos ocho "coperías" repletas de mujeres que conocen básicamente el inglés, y con él gritan a los peatones para que pasen a conocer los secretos del amor oriental a más o menos 15 dólares la experiencia. Y uno les toma lástima a estas mujeres, pues todo les ha salido mal. El año pasado Tu Do era la calle más famosa de Indochina y el único lugar donde iban los soldados. Tal afición le tomaron que se convirtió en un escándalo de proporciones. Ahora sólo soldados con permisos especiales pueden caminar esas cinco cuadras.

La segunda sacudida fuerte fue después de la invasión del Tet, cuando se impuso el toque de queda. Ahora uno camina a las 10 de la mañana por Tu Do y ya están "trabajando". Claro, el día se les ha achicado enormemente, y la noche ya no existe. Ahora tienen horario de oficina..., increíble. El toque de queda también perturbó toda la alegría de esta ciudad. Siete de la tarde significa silencio total. Saigón es un desierto y hace recordar esas películas de ciencia- ficción cuando nos invaden los marcianos y no queda nadie vivo. Todo el mundo a casa. (...)

La filosofía de la gente de Cholón es más o menos así: son casi todos chinos, se odian con los vietnamitas y desde afuera de su país siempre obedecen al que manda en China. En China ahora manda Mao, son maoístas. Mao es amigo de Ho Chi Minh, entonces ellos están a favor de Vietnam del Norte y como consecuencia colaboran con los vietcongs, así como esto de sencillo.

No es nada sencillo el modo de vida de allí. Los vietcongs tienen un sueño que están desde hace algún tiempo tratando de cumplir: dividir Saigón de Cholón y aquí implementar un gobierno revolucionario y paralelo al de Saigón. De esta manera tendrían a Saigón a su alcance y muy en jaque.

Charlando de esto con un mayor americano de la inteligencia, su apellido es Greene, me dijo que la única solución para el problema Cholón es sacarlo del mapa. Le pregunté porque no lo hacían y me respondió que eso era decisión de los vietnamitas y que ellos no podían hacer nada. Los vietnamitas, desde ya, no quieren hacerlo. Y los vietcongs, desde hace más de un mes, tratan de apoderarse del "Y Bridge", el puente que en la parte sur divide a Saigón de Cholón.

Cuando uno se mete en ese barrio, la escenografía a que está acostumbrado desaparece. Y el argentino desprevenido se da cuenta de que no todos los asiáticos son iguales. Los chinos son más "achinados", más grandes, las mujeres tienen busto mucho mayor que las vietnamitas, son más gordas. Y todo es distinto. Más sucio, menos privado, no hay qué admirar. Esto viene a ser algo así como nuestras villas miseria. Hombres tirados en las calles, chicos haciendo sus necesidades en cualquier lado, mujeres comiendo sus alimentos pestilentes ahí, a la vista de todos, ropa sucia, rota, colgando de las ventanas. Ventanas pequeñas, apretadas. Miradas cargadas de odio.

"Nunca se queden quietos en ningún lugar de Cholón. Siempre estén en movimiento", es la advertencia de los americanos.

Cholón está rodeada de ríos. Y allí, sobre esos ríos está la peor parte: las casuchas de madera construidas sobre las orillas de esos ríos. Por allí se meten los vietcongs, y allí, debajo de esas aguas, pueden estar días enteros respirando con cañas de bambú. Pero eso sucede poco. Solamente cuando son perseguidos. En general reciben ayuda de los pobladores, así que no necesitan de estas técnicas.

Cholón, además, es la capital del vicio. Allí, durante los tiempos de paz, existen "clubs del vicio", muy oficiales, muy turísticos, visitados por occidentales,

En esos clubs se da de todo. Todo. Absolutamente todo cuanto la imaginación del hombre pueda crear. Desde la droga más deseada hasta prostíbulos infantiles. En medios oficiales, pero muy "off de record", se cree que el encargado de negocios de la embajada de Alemania estuvo en uno de estos clubs antes de ser asesinado, hace cosa de un mes, pocos días antes de la muerte de Ignacio Ezcurra. Otro de los chimentos que corren por Saigón referidos al vicio es que el vicepresidente de la República de Vietnam, Cao Ky, debe su fortuna a sus boites y night-clubs de Saigón. Algunos van más lejos: dicen que la que hizo la fortuna fue la madre de Cao Ky, cuando logró entrar en el país dos toneladas de opio. Lo desesperante es que nadie me lo desmintió en toda mi estada. Algunos sonríen, pero todos dicen por lo menos haber oído de buena fuente el chimento.

Otra de las particularidades de esta ciudad y su modo de vida la constituyen los sexos. En rueda de periodistas, comenté que para tener suerte en Vietnam hay que nacer mujer. Todos estuvieron de acuerdo. Los hombres han sido dejados de lado y están terriblemente acomplejados, pues las mujeres efectivamente manejan el país. Desesperado por no conseguir una entrevista a Cao Ky, le conté al secretario de prensa de Juspao, Paul Rappaport, cúales habían sido mis contactos. Todos masculinos y todos oficiales. " En este país las cosas se hacen de otro modo. Si no te fueses tan pronto yo te podría conseguir esa entrevista. Aquí las cosas toman tiempo, pero salen. Mirá, hay una mujer en la calle Tu Do que es gran amiga mía. Le hace todos los vestidos a la esposa del presidente Thieu. Yo le podría hablar y ella a su vez le hablaría a la presidente, que a su vez le hablaría a la esposa de Ky. Y las cosas salen. Te digo porque ya lo he hecho antes..."

 

 

*Periodista- Dtor de La Tecl@ Eñe, Revista de Cultura y Política http://lateclaene.wix.com/la-tecla-ene

Historizar. El segundo momento de una tarea emprendida con la aproximación investigativa a la figura de Enrique Raab. Develar como los nombres, las obras, los artículos periodísticos, responden siempre a una subjetividad, a un ser que produce los hechos que van delineando el sentido de una vida. Quizás el fin de este trabajo sea unir fragmentos de un pasado que justifique el rescate de la unidad hombre-obra-época, no para desde allí reiniciar la tarea de alimentar el presente, sino para comprender que sin memoria no hay identidad posible. Ese es el sentido de bucear en ciertos aspectos o aristas de la historia, y ese el sentido también de esta escasa y breve aproximación a la figura del periodista Enrique Walker.

 

Historizar, dirá David Viñas. Ir del texto interno al externo. Transcurrir entre la obra y su autor. Lo arquitectónico y lo urbanístico. Desplazarse sobre tres movimientos interrelacionados: El productor, el proceso de producción y el producto.


Primer movimiento. El productor: Enrique Walker. Recolección primaria de datos. Enrique "Jarito" Walker: Periodista. Secretario, durante la década del sesenta de la revista Gente ( Editorial Atlántida), de la cual se desvinculó en 1969. Colaborador en las publicaciones Semana Gráfica y Extra. En el año 1971 editó la revista Nuevo Hombre, y también durante los setenta, colaboró con regularidad en la revista El descamisado.

bottom of page